Por MARIA TORAÑO (SOITU.ES)
El primer texto que escribí el año pasado desde Montevideo para soitu.es llevaba por título
'La ciudad bosque de Benedetti'. Estuve todo el año en Uruguay
deseando no tener que dar la noticia de su muerte, aunque unos cuantos sustos nos dio. Aguantó 2008 y casi la mitad de 2009... Triste consuelo.
Pero hoy quiero recordar y recomendar la lectura de cualquier cosa escrita por Mario a todo aquel que se quiera acercar a ese
país pequeñito bañado por la desembocadura del Río de la Plata, casi tapado por los gigantes argentino y brasileño.Tal vez su novela
'La tregua' sea
la lectura ideal para bajarse una tarde soleada a la Rambla, o refugiarse en la acogedora sombra de los árboles de
Parque Rodó, o sentarse en alguno de los cafés de la Ciudad Vieja como el Bacacay o el Británico.En la Plaza de la Independencia hay que levantar la vista para perderla en la cúspide del
Palacio Salvo, ese del que el gran poeta dijo algo así como que
era tan feo que uno no podía dejar de mirarlo. ¡Cuánta razón! La silueta de este edificio recorta el perfil de la Avenida 18 de Julio, la más concurrida de la ciudad.
Contra lo que suele ser la norma, Benedetti cuenta con una biografía en vida, publicada por Hortensia Campanella bajo el título
'Mario Benedetti. Un mito discretísimo', un libro que destaca la
generosidad y la coherencia vital del poeta, un recorrido por su infancia, sus primeros trabajos de secretario y periodista, los años de exilio, la política, el regreso...
Hoy en la distancia sé que
la melancolía tan típicamente uruguaya inundará las calles arboladas y los muros que ya normalmente destilan poesía se teñirán de sus poemas.
Daniel Vigliettiseguirá cantando sus letras y su voz seguirá apareciendo junto al grupo
de rock No Te Va Gustar (que andan ahora por España de gira).
Se prestó para grabar al final del tema 'De nada sirve'
estos versos: "Amar sin nadie / vaya cosa triste / sin nada que abrazar
ni Eva que nos abrace / Amar con alguien / vaya cosa buena" (Mario a
partir del minuto 04.56).
Clamó al amor y a la cordura, se comprometió políticamente y vivió el exilio, perdió a su compañera de toda la vida (Luz) y aún así siguió escribiendo, fue el abuelo que hablaba con los jóvenes en términos de esperanza y ánimo.Y reivindicó el Sur:
Pero aquí abajo abajocerca de las raíceses donde la memorianingún recuerdo omitey hay quienes se desmuereny hay quienes se desviveny así entre todos logranlo que era un imposibleque todo el mundo sepaque el sur también existe.
Maria.-